
Se siente como la noche mas fría de un invierno que no se digna a terminar, como si quisiera congelarnos en una espera absurda del uno por el otro, de esa espera que se hace eterna, la que carcome las entrañas.
Pero extrañamente, todo pasa, con un abrazo: "abrazame fuerte, porque el mañana pudiese no existir". Es en ese momento cuando siento como si estuviese soñando, flotando, me despego de mi bote, logro elevarme y por un segundo, divisarte. Ése, y no otro, es el instante en que creo en ese momento hecho de ensueño, en ese momento que es nuestro derecho, porque después de tanto tiempo no importa nada más que nosotros.
Y así, como perdidos en el presente te digo "calla, no hables y bésame", porque la espera, esa que era eterna hoy se esfuma y por fin, entre mis brazos, veo te desvanecer y susurrarme al oído un " te amo" que por tanto tiempo oí desde el infinito.
No es justo que tan pronto nos dividieran; dime amor de los años que estuvimos separados, ¿escuchaste mi corazón, romperse?... son preguntas que quedan pendientes, para la vez en que suceda nos este mágico momento nuevamente, que cada cierto tiempo me lleva a lo más profundo de un océano de infinita devoción y entrega, esa que solo tú sabes darme, esa sin la cual yo no podría seguir remando hacia el hogar. Esperame que la eternidad se hace corta, y el infinito esta cada vez mas cerca.
¡NO DEJES DE SOÑARME!..."